TU LIBERTAD

Pensábamos que nunca más se iba a volver a repetir, pero el ser humano es necio, por naturaleza. Esta que veis aquí es la jaula en la que vivieron en el Campo de San Francisco, desde 1952, Petra y Perico, dos ejemplares de oso pardo.
Unos cuarenta años más tarde nacieron felices las emblemáticas osas, Paca y Tola, que abandonaron para siempre la espesura de nuestros bosques, los reclamos de sus frutos preferidos y hasta el murmullo de aquellos regueros donde les gustaba retozar, para pasar a ser un ejemplo de lo que no debería existir jamás: una exclavitud entre rejas.

Aquel furtivo que terminó con la vida de su madre fue el causante de que Paca y Tola hayan pasado todo este tiempo privadas de libertad. Sus comidas y su sueño se rige por calendarios humanos; ni tan siquiera su destino parace ser nada cierto, con lo que no sabemos aún cómo terminarán sus días, un final no muy lejano.

Tristemente, Paca y Tola viven para enseñarnos lo que no se debe hacer y contra lo que debemos luchar. Este será, quizás, el único sentido de su vida en una jaula.
Reflexionad.
Hasta el lunes.