TAICHÍ PARA TODOS

No fue poco que los Reyes Católicos hubieran dado el consentimiento a Colón para emprender su hazaña; tampoco hay que pasar de largo que se tratara de una flota compuesta por tres naves y multitud de personas, con víveres para un largo viaje. Pero la paciencia de algunos iba agotándose por parecerles demasiado largo aquel viaje y no hallar atisbo alguno de tierra y varios fueron los motines que tuvieron lugar a bordo de las carabelas, pues el agua almacenada en barriles comenzaba a pudrirse y los víveres almacenados en las bodegas de los barcos se pudrían al calor de tantos días de navegación.

Pero Colón supo aprovechar la fuerza de los VIENTOS ALISIOS del noreste y desde las Islas Canarias comenzó su andadura hacia las Indias.

Lo que los libros de caballerías habían conseguido en la cabeza de Don Quijote no podía destruirlo el fuego. A pesar de que sus parientes le impidieron acceder de nuevo a sus libros preferidos, él se armó de un buen escudero, SANCHO PANZA, y se lanzo a la lucha por la justicia, en primer lugar contra aquellos gigantes que amenazaban la calma de sus tierras.

Y para finalizar la jornada, nuestros abuelos nos enseñaron cómo ha de cuidarse nuestro cuerpo y nuestra mente, a pesar de los años. Con su lección de TAI CHI pusieron una nota de sorpresa otro día más a nuestras jornadas. ¡¡GRACIAS!!