lunes, 7 de febrero de 2011

¡QUÉ IMPORTA UNA FLOR EN EL MUNDO!

Pues para El Principito sí que importaba. Aquella vanidosa flor que presumía de haber nacido al tiempo que el sol salía y que no paraba de pedir y pedir (que si un biombo, que si una campana de cristal) fue una de las causas por las que nuestro Príncipe decidió regresar a su planeta, al asteroide B612. ¡Pensad cuántas cosas hay en el mundo, en vuestro mundo, que puedan parecer insignificantes para los demás y que para vosotros son algo grandioso! Una simple carta que guardáis muy secreta, un pequeño juguete, una pulsera, un recuerdo cualquiera... ¡Hasta mañana!


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