Se ha terminado enero y, con él, la historia de nuestro Principito. Espero que hayáis captado un número importante de ideas y, recordad, las cosas más importantes de nuestras vidas son las que se sienten con el corazón. De qué importa todo lo que tenemos si no lo valoramos, ni siquiera recordamos todo aquello que poseemos. En cambio, el Principito tan sólo tenía un pequeño planeta, tres volcanes y una flor, pero se moría de ganas de poder regresar a su casa y disfrutar de lo poco que allí poseía. Reflexionad.
¡Hasta mañana!
¡Hasta mañana!
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